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El
perdón (parte 1)

Tenía tan solo 12 años cuando despertó en Cuidados Intensivos de un hospital de Madrid. Aún sentía calor en las piernas y pensó: “Me he debido romper
algún hueso. A debido ser algún accidente de coche”. Ella no sabía que le habían puesto una bomba y que había sido víctima de un atentado terrorista. La trasladaron a planta, pero por la cara de su padre y por el número y movimiento de las enfermeras,
se dio cuenta de que algo grave pasaba. En un descuido se levantó la sábana, y fue en ese momento cuando se dio cuenta de que no tenía piernas. Años después en una entrevista que concedió a un canal de televisión, cuyo link dejo en la descripción inferior,
ella contó: “Mis gritos se escucharon en todo el hospital”. Su madre, que en el mismo atentado había perdido brazo y pierna, le dio la clave. Le dijo: “Hija, tenemos dos caminos, podemos odiar y maldecir a los que nos han hecho esto o podemos perdonarlos.
Yo te acompañaré en la decisión que tú tomes. Si quieres odiar, odiamos; y si quieres perdonar, perdonamos. Tú decides”. Ambas decidieron perdonar. Hoy te voy hablar del arma más poderosa que tenemos para cambiar nuestra realidad. Realmente, la más poderosa,
pero que casi nadie lo entiende. Hoy, te voy hablar del perdón. Sé que piensas que exagero cuando hablo del perdón, que no es el arma más poderosa para cambiar nuestra realidad. Y te comprendo, la verdad, porque todos aún albergamos aquel concepto tradicional
común y corriente de, alguien de fuera nos ha hecho daño y por lo tanto ellos estarán equivocados, estaban errados y yo no. Ellos son los victimarios y yo soy la víctima. Y el hecho o acto puede ser, una infidelidad, un robo, una mentira, un atentado
terrorista, como hemos visto en la introducción, o un asesinato, como veremos a continuación. Antes de empezar quiero que me acompañes a ver un vídeo que dura poco más de cinco minutos, pero ejemplifica el perdón que buscamos en este canal. Te invito
a ver el siguiente vídeo. (Video en el canal Youtube) ¿Por qué nos cuesta tanto perdonar?, qué es lo que lleva a George Castrinos a perdonar, no cualquier cosa, un asesinato. ¿Qué proceso ha sucedido dentro de él para perdonar un asesinato? Antes de empezar
déjame decirte que por la importancia de este tema va a constar de dos vídeos, dos partes. La primera parte, ésta, vamos hablar del perdón tradicional o perdón del ego; y, el hermano pequeño como yo lo llamo que son los resentimientos o resquemores. La
segunda parte del vídeo hablaremos del perdón basado en la filosofía de Jesús&Ananda. ¿Por qué nos cuesta tanto perdonar?  Primero te recuerdo de que vivimos en un planeta dual. Este lugar, este planeta en el que vivimos es el sitio donde el ego proyecta
todos sus deseos, y el ego está basado en la separación, la división, en el conflicto, en los problemas. El ego vive en el problema, vive para la separación, vive para el conflicto. Pero, tú te preguntarás, ¿y qué tiene que ver el ego con el perdón? Cuando
tenemos un problema hay una parte de nosotros que no quiere perdonar, que se aferra al odio, que le encanta el odio, que busca mantener ese proceso de separación. Esa parte que vino a este planeta a experimentar la separación, a experimentar la ausencia
de amor, la falta de amor, es el ego; es una parte de nuestra mente que está bajo el control del ego.Mientras más fuerte sea tu ego más te va a costar perdonar. Mientras tu vida esté bajo el control del ego, más difícil te va a ser perdonar. El ego te
dirá, si perdonas estás perdiendo, si perdonas eres un don nadie, si perdonas eres un pelele, una marioneta, una mierdecilla, si perdonas te van a pisar, van a pasar por encima de ti. El ego te hablará de dolor, te hablará del orgullo. El ego va a intentar
mantener la separación a través del no perdón de todas las formas posibles. El ego siempre va a buscar la separación. El ego siempre va a buscar excusas para no perdonar. Cuando tengas un problema que implique el perdón va a surgir un conflicto muy grande
dentro de ti, por un lado, va a estar esa voz tranquila, suave, melodiosa que es tu voz interior, es tu voz sabia, es tu conexión con lo divino. Esa voz te dirá escucha y perdona, no juzgues, escucha, escucha la otra parte y perdona. Pero inmediatamente
después va a surgir una voz estridente, una voz muy ruidosa que es el chu,chu,chu,chu. Esa voz te dirá, y por qué la vas a perdonar si te ha puesto los cuernos; y será eso chu,chu,chu,chu. Eso es ego, te dirá; por qué le vas a perdonar si te ha robado
el dinero, por qué le vas a perdonar si ha asesinado a tu hermano, si te ha puesto una bomba, esa, esa es la voz del ego, es chu,chu,chu,chu. Eso es veneno puro, eso contamina, eso mata, pero, eso es el ego. Cuando estás bajo el control del ego utilizará
mil armas para que no perdones, y siempre será aquella voz de, pero cómo vas a perdonar, eso significa que eres tonto, eres pelele, eres un don nadie, eres, eres; no tienes carácter, y esa es la voz del ego. Cuando el ego no pueda manejar todo este conflicto
utilizará otras armas, utilizará el perdón religioso, que es, bueno,….. , — como siempre la voz ahí— bueno, es verdad que mi religión me enseña que debo perdonar, por lo tanto, te voy a perdonar, pero eso sí, no lo olvido eh, ésta me la guardo. Eso es
el ego. Eso no es perdón, pero esa es la forma que tiene el ego de perdonar, ésta no lo olvido, ésta me la guardo. También hay otra forma que funciona el ego. El ego tiene mil maneras de llegar a controlarnos. Otra de las formas es, tú me has hecho algo
malo, imperdonable, pecaminoso ante los ojos de dios, pero a mí me han enseñado a perdonar, sin embargo, al hacerme algo malo, pecaminoso ante los ojos de dios tú eres el malo, yo soy el bueno, tú eres la mala, yo soy el bueno, por lo tanto, te voy a
perdonar, pero, ésta me la quedo. Si no es esa forma, hay otras formas que el ego utiliza y es una muy clásica que es, y cuándo me vas a pedir perdón. Eso es algo típico del ego que te dice bueno y cuándo me vas a pedir perdón. Esto implica un desconocimiento
completo y absoluto de las leyes de la creación. Implica que el problema según el ego no lo has creado tú y por lo tanto tú eres víctima. En la segunda parte, en el siguiente vídeo voy a explicar que esto no es así, pero por ahora quedémonos con esto,
cuándo me vas a pedir perdón. Esa frase implica que eres víctima absoluta de tu realidad, que no tienes control para nada de tu realidad. Sin embargo, mi favorita como excusa que usa el ego para no perdonar es, ¿perdonar, yo?, antes muerto. Y ésta es
una frase que lo he escuchado mucho, en mucha gente. Esto una vez más implica un desconocimiento absoluto de las leyes de la creación. Te recuerdo que vivimos en un planeta holográfico y reflexivo. Eso significa que todo en este planeta es energía, frecuencia
y vibración. Refleja la vibración que tenemos. Si tú albergas odio en toda tu existencia, en cada momento de tu vida, en cada pensamiento que tienes, ese odio se convierte en la frecuencia de toda tu mente y de todo tu ser. Lo que significa que al ser
éste un planeta holográfico y reflexivo vas a estar enfocado en atraer situaciones de odio a tu vida, obtendrás más de aquello que no quieres experimentar. Lo harás inconscientemente y por ignorancia, sí, pero lo éstas haciendo, éstas creando más de aquello
que no quieres experimentar. Inclusive vivirás situaciones en donde el perdón esté implicado porque éstas creando más de lo mismo. En este punto voy hablarte de algo muy importante que es el resentimiento y el resquemor. Existe la creencia errada de que
el perdón solamente se aplica en situaciones graves, o sea un atentado terrorista, un asesinato, algo realmente grave; y que en situaciones pequeñas el perdón no es aplicable. Esto es un grave error, el perdón se aplica en absolutamente todas las circunstancias,
principalmente en lo que todos nosotros caemos, que son los resentimientos. Te pongo ejemplos claros, imagínate que una madre hace algo por su hijo o hija y espera que él o ella lo reconozcan, y no lo reconoce. Esa madre se guarda el resentimiento, está
con la idea en su mente, yo hago esto por él o ella, y él o ella no me dice ni gracias, no reconoce el esfuerzo que yo hago. Otro ejemplo, un empleado que hace algo por la empresa o por el jefe y pasa lo mismo, tampoco lo reconoce, el empleado está con
ese resentimiento dentro de sí, ni agradecido ni pagado, y se guarda ese resentimiento. Y así como estos dos pequeños ejemplos insignificantes hay miles y millones de ejemplos en cada momento del día.  Cuando tú albergas un resentimiento en tu mente es
como estar en guerra contigo mismo, porque vuelvo a decir, es una frecuencia que tú estás albergando. Cuando tú albergas un resentimiento dentro de ti es como vivir en un infierno personal porque ese resentimiento es, otra vez el chu,chu,chu,chu; es la
voz de ego. Mira, no te ha agradecido lo que tú haces por él o ella, mira que no te dice ni gracias, mira, esa….. chu,chu,chu,chu; ese es el ego. El ego se nutre de los resentimientos, al ego le encanta los resentimientos. El resentimiento es su caramelo
favorito del ego, es su postre para que entiendas. No es algo grande, porque puede ser que alguien te miro mal, o te torció el gesto por la razón que sea, y tú lo tomas a nivel muy personal, y estas con ese resentimiento, me ha mirado mal. Es algo insignificante,
cierto, pero el ego está ahí, te miró mal, te torció la mirado, no te dijo hola; eso es el ego. Y, ¿saben por qué es tan importante el tema de los resentimientos?, porque a nivel de frecuencia no hay diferencia entre un atentado terrorista y lo que generas
con la frecuencia al albergar ese resentimiento. Por eso es tan importante que conozcas cómo funcionan todos estos mecanismos, porque todos nosotros con nuestros resentimientos estamos creando la frecuencia para que este mundo siga siendo igual de caótico
como hasta ahora. Por eso es tan importante que conozcas cómo funciona toda esta realidad, cómo funcionan las leyes de la creación, cómo funciona tu mente. Por eso es tan importante que sepas de que cuando tú solucionas un resentimiento automáticamente
aparece otro, y después otro, y después otro porque es la forma en la cual funciona tu mente, es la forma como funciona tu mente. Tú no sabes, pero tú estás creando una y otra vez situaciones que impliquen resentimiento. Este era un apartado importante
para explicar porque el tema de los resentimientos parece algo insignificante, pero no lo son. El resentimiento es el combustible que después se utiliza para algo grande, un atentado terrorista, un asesinato, asesinatos en masas. Ésos están nutridos de
nuestros pequeños resentimientos, que nosotros a veces no le damos importancia y lo ignoramos. No, no pasa nada, es algo insignificante. No es insignificante porque estás en guerra tú contigo mismo. No es insignificante estás en guerra con tu propia mente
y es la frecuencia que estás echando fuera. Ahora imaginaros millones y millones y millones de seres haciendo lo mismo, echando sus resentimientos, la frecuencia de sus resentimientos hacia afuera. Por eso es importante conocer estas leyes para no mal
crear un mundo como el que estamos viviendo. Antes de terminar la primera parte de este vídeo déjame decirte que la información que he utilizado aquí está sacada de un libro “Un Año de Perdón” que pronto estará en español. También puedes encontrar gran
parte de la información de ese libro en nuestra página web cuyo link te lo dejo en la descripción inferior. Y para terminar quiero despedirme con una frase de ese libro, es la lección 337 del libro Un Año de Perdón dice así; “éstas enseñanzas tratan acerca
de lo que haces con tu mente y de cómo tu mente crea tu realidad”. Yo soy Carlos Lavado. Ñuqa Kany, y esto es Prisión sin Rejas.